Vuelve San Jordi, uno de los días más destacados en nuestro calendario y en nuestro corazón. Un día que nos hermana e ilusiona, un día en el que salimos a nuestras calles con una sonrisa dispuestos a celebrar con entusiasmo la cultura y el amor.
Respiramos alegría y hermandad en cada rincón de cada pueblo y ciudad, esperanzados e inmersos en la celebración de una jornada que nos hace sentir que todo es posible.
Juntos todo es posible. Éste es el valor de la solidaridad y la generosidad que caracteriza a la lucha social. Una lucha conjunta, comprometida con la construcción de un mundo que necesita mejorar todos los días. Compartimos la esperanza en un futuro en el que los que hoy son pequeños, vivan una vida plena, libre de miedo y tristeza.
Esa esperanza es también el motor del trabajo de la Fundación Vicki Bernadet. Los niños merecen crecer libres de violencia, protegidos, valientes y felices, tanto o más que todos nosotros en este día de San Jordi.
Amor y cultura, piedras angulares de nuestro sistema de valores, de nuestras tradiciones, de nuestra forma de relacionarnos, de nuestro pasado y de nuestro futuro, indudablemente ligados a la cooperación entre personas y a la defensa de los derechos fundamentales. La cultura que despierta conciencias y nos hace libres, el amor que nos hace mejor a personas, solidarias, comprometidas e ilusionadas, tal y como nos despertamos cada 23 de abril. Nuestro deseo siempre será que la alegría de este día sea compartido por cada niño de nuestra sociedad.
Reconquistemos calles y vivencias compartidas, carguémonos de esperanza e impliquémonos en la construcción de una sociedad justa y responsable.
San Jordi es el día de la rosa y del libro pero también del altruismo, un día para pensar en el otro, es una jornada de fiesta y amor en la que podemos regalar esperanza a todos aquellos que lo necesitan. Uno de cada cinco niño o niña sufre algún tipo de abuso sexual infantil antes de los 17 años, debemos cambiar esta realidad si queremos que la luz y el color de este día sea compartido por los miembros más débiles de nuestra sociedad, hoy y siempre.
El día de San Jordi puede ser un buen día para vivir también la solidaridad, la colaboración y la satisfacción de formar parte de un cambio hacia una sociedad que cuida de todos sus miembros, especialmente de los que más lo necesitan.
Os invitamos a vivir un San Jordi al lado de la infancia. Celebremos y defendamos sus derechos, como hoy celebramos la alegría de vivir.
Disfrutad, repletos de esperanza y ilusión..que cada día sea San Jordi!